miércoles, 23 de julio de 2014


Maldita 
sea entre todas las mujeres,
maldito mi destino
y los demonios 
que vendrán a buscarme.

A escondidas del ángel
desnuda de razones
perdida en mi rincón del paraíso
susurro tu nombre
devoro tu nombre.

¿En qué infierno arderá
mi corazón
culpable
del pecado tan poco original
de desear al hombre de mi prójima?

MARIANA FINOCHIETTO.



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